Pues sí, ya no nos queda nada y la sensación de nervios está presente, aunque las ganas pueden con ellos. Ganas de entrar en dinámica de grabación, ganas de currar a tope, ganas de, por fin, tener un disco en condiciones, ganas de seguir avanzando en este mundillo de la música, todo esto anula los malos tragos pasados y los nervios previos.
El jueves esperamos que sea el principio de una nueva era para Cábala.
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